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Si todo el centro fuera 'zona 30' no habría problema de ir en bici por la calzada (Gijón) Imprimir E-mail
El Comercio por Óscar Cuervo.
Entente contra el cocheManuel Cañete, Rafael Fernández, David Fernández y Lolo Iñarra, ayer, durante la mesa redonda celebrada en la sede de UPyD

«El Plan de Movilidad no cumple nuestras expectativas». Muy claros y directos fueron ayer los representantes de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) de la zona urbana, Asturias con Bici y Cocemfe, quienes desgranaron durante una charla celebrada en la sede de UPyD de Gijón los defectos encontrados en el futuro Plan de Movilidad. Fue el representante vecinal, Manuel Cañete, quien abrió el turno de intervenciones. Lo hizo cargando contra las deficiencias que bajo su punto de vista existen en materia de transporte público, y censurando el diseño de una ciudad que, cree, se hizo pensando en el automóvil. «No puede ser que el coche siga siendo el niño mimado», señaló, no sin recordar «la búsqueda de la eficiencia económica en EMTUSA» llevada a cabo por el equipo de gobierno municipal. «Es un servicio público concebido para que el Ayuntamiento corra con sus gastos, no puede medirse con un baremo de económico», añadió. Un transporte público que es sinónimo, según indicaron, de sostenibilidad.

«La ciudad hay que diseñarla pensando en el peatón», coincidieron Cañete y Rafael Fernández, de Asturias con Bici, quien cuestionó el modelo que sigue un plan que apuesta por mantener en el Muro los cuatro carriles para los automóviles en determinados tramos de la circulación. «El paso de coches debería limitarse a residentes y personas con discapacidad», señaló Rafael Fernández, comparando la ciudad con Copenhague, «donde hay muchísimas calles peatonales», mientras en la villa de Jovellanos «donde solo tenemos Corrida y poco más».

Más allá de la peatonalización de la ciudad para evitar la contaminación y garantizar la seguridad de los ciudadanos, Rafael Fernández se mostró partidario de convertir la zona centro de la ciudad en un espacio en el que se pueda circular a una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. «Así, los ciclistas no tendríamos problema en circular por la calzada», indicó, no sin señalar que «el carril bici no me preocupa», en referencia a la polémica existente en torno al tránsito de estos vehículos por el paseo del Muro. «Los carriles bici suelen estar enfocados al ocio y además acaban en ninguna parte», indicó.

 
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