Senda cicloturista Luanco - Cabo Peñas

¡¡¡RUTA ANULADA!!!

GUÍA: Carlos

SALIDA: domingo 4 de octubre de 2015, 11:00 hrs desde Apeadero FEVE de Perlora.

LLEGADA: Candás

DURACIÓN: día entero

DISTANCIA: 46 km.

Descripción de la ruta.

En esta excursión de cicloturismo casi circular, vamos a hacer una visita a los impresionantes acantilados —de 100 metros de altura— y a los pueblos que rodean al emblemático Cabo Peñas junto al importante faro construido en él para la navegación en 1852. Serán caminos por la mañana y asfalto por la tarde los que nos acompañarán en esta incursión en la costa más septentrional de Asturias.

Comenzamos la excursión en el apeadero de tren situado en la ciudad residencial de Perlora para dirigirnos dirección Candás. Sus casas sirvieron antaño como efervescente núcleo de turismo para la zona.

Puerto de Candas desde La Formiga

Entraremos enseguida en el núcleo urbano de Perán para disponernos a realizar lo que se ha dado en llamar “ruta panorámica“. Es por ello que nos asomaremos al mirador de La Formiga para divisar desde él bellos paisajes costeros. Con Candás a nuestros pies, nuestra vista disfrutará panorámicas de Isla Erbosa —cercana al Cabo Peñas— pasando por Luanco y hasta la zona de Gijón. Ya verán, solo por las vistas y la posterior ermita de San Roque —en la bajada— merece la pena el esfuerzo de la subida.

La ermita de San Roque, fundada en el siglo XVI “por la piedad de los vecinos y temor a una nueva oleada de peste es un recogido templo de clara influencia popular —aunque con motivos barrocos— con espadaña flanqueada por dos pequeños pináculos y un óculo encima de la entrada que ilumina majestuosamente el altar en el que se exhibe la talla de dicho santo.

Candás tiene su origen en la puebla de Carreño, fundada a finales del s.XIII. y su actividad económica ha girado siempre en torno a la pesca y las conservas de pescado, combinándose con el turismo y el trabajo en las industrias de Gijón y Avilés. Fruto de esta actividad marítima se puede visitar hoy el Museo de la Conserva sito en el centro mismo de la villa. Pasaremos al lado de la iglesia-asilo de San Félix de Candás, donde se halla el famoso Cristo de Candás, encontrado en el s.XIV por un marinero candasín que cazaba ballenas en las costas de Irlanda y considerado desde entonces muy milagroso.

Esculturas cercanas al Museo Antón

En Candás también encontraréis bonitas casas de indianos, —como la que hoy en día alberga el Ayuntamiento—, o el Museo Antón, pintor y escultor, del que en la capital carreñense podrán verse esculturas tanto en piedra como en acero, pero... por qué no dejarse cautivar con unas fresquísimas sardinas en uno de los restaurantes del puerto —como las del chigre El Submarino— o por las aguas de la fuente de Santarúa, de la que dicen que si bebes te vuelves persona aguda.

Después de pasar la iglesia enseguida dejaremos la carretera, concretamente en el desvío del cementerio, buscando así la senda costera del norte que, aunque es un poco más costoso su pedaleo —pero solo por eso hacerlo por arenilla y guijarros—, nos va a permitir disfrutar de unas excepcionales vistas de la mar amenizadas por el constante arrullar de las olas golpeando en las rocas.

De vez en cuando haremos incursiones a la carretera y a la senda, siempre buscando el terreno más favorable y más bonito. Dejamos Antromero, para dirigirnos a Luanco y después a Bañugues por el PR.AS-257, este sendero será siempre el que nos guíe desde ahora hasta el Cabo Peñas y después a Verdicio.

Antes de llegar a Luanco podremos visitar la playa de Aramar, con una edificación en una pequeña isla a la solo se puede acceder andando cuando hay marea baja: la capilla de la Virgen del Carmen.

Luanco es un importante núcleo turístico, pero con hondo peso marinero, prueba de ello es el Museo Marítimo de Asturias. También es importante en esta villa la Iglesia de Santa María (siglo XVIII), así como el palacio de Menéndez Pola y la Torre del Reloj (año 1705), que en su día fue torre de vigilancia, cárcel y almacén.

Dejaremos Luanco tomando dirección Muniellos y La Matiella, llegando a Bañugues, para en su barrio alto —El Monte— coger el desvío hacia Fombona pero siempre siguiendo las indicaciones Ferrero y Cabo Peñas de la senda anteriormente mencionada.

Estamos en el Cabo Peñas, y entre sus características naturales, cabe destacar la importancia de los ecosistemas de matorral de esta zona, así como la numerosa colonia de gaviotas anidada en la Isla Erbosa, al norte del cabo.

Pero antes de llegar... ¿por que no una breve parada —a la ida o a la vuelta, lo que sus piernas prefieran— en el mirador de Les Talayes para disfrutar del litoral con vistas del oeste de Peñas?

El mar Cantábrico desde Les Talayes

Volvemos hacia atrás y nuestras bicicletas pedalearán solas junto a la costa —por eso de que el terreno de la PR.AS-257 pasa a ser asfalto y en bajada—. De camino veremos a nuestra izquierda la peculiar iglesia de San Cristóbal, en Verdicio.

Faro del Cabo Peñas

Cuando lleguemos abajo, encontramos un cruce con la carretera GO-9 donde tomaremos dirección Urbanización para disfrutar un ratín de las frías y tonificantes aguas del mar Cantábrico. Así que, no podemos despreciar un baño si el tiempo lo permite y nos apetece en esta playa de Verdicio.

Después de abandonar la playa, dejaremos atrás definitivamente la PR.AS-257 para seguir ya siempre por carreteras locales hacia el interior —concretamente dirección Susacasas— sirviéndonos de esa GO-9 y por tanto, pasando por Oviés, alejarnos de la costa. ¡¡Alto!! No se olviden más adelante de recargar agua en la fuente de Fombona.

Tras unos pequeños desniveles llegaremos a la comarcal AS-238, donde por momentos pedalearemos dirección Vioño —hacia la derecha— para girar a la izquierda —en la sidrería La Robesa—. Tened cuidado con el tráfico ya que no hay arcén. Empezaremos a subir el corto alto del Busto primero y luego el monte La Cazonera que sin darnos cuenta nos llevarán hasta el propio Zanzabornín.

Estamos ya en pueblos de la “ruta clariniana”, por estos lares ha vivido Doña Berta —protagonista de la novela de Clarín—. También de tierras de los González-Pola, por eso de estar el Palacio-Torre de El Regueral. Datada del siglo XIX, se alza sobre una antigua casería levantada por Pedro Fernández de Luanco —nacido en Condres en 1550— cuando contrajo matrimonio con Marina del Regueral. Cuenta con capilla propia anexa desde 1913 y en la pared de la cara norte se ve una Piedra de Armas con los blasones de González-Pola y en otra, grabada la siguiente leyenda un poco irónica, encabezada por una pequeña cruz:

Año de 1811.

La Gracia del Espíritu Santo sea con nosotros. Fue edificada por mi dueño Don Thomas González-Pola, regidor perpetuo, que lo heredó de su antepasada Doña Catalina Fernández en testamento de este año, el peor que veo después del VI.

Dicha frase hace alusión a la mala época que supuso dicho año, pues recordemos que en esas fechas Asturias está en plena guerra de la Independencia a lo que hay que sumar acontecimientos como que el regimiento Asturias combatía con dureza en León. Y aunque seguramente los constructores de la torre no se referían a ello, el 27 de noviembre también muere el ilustrísimo Jovellanos.

Técnicamente, pedalear por el valle de Zanzabornín es bastante agradable. Ya no hay tanto desnivel rompe-piernas y, antes de que nos demos cuenta llegaremos a Candás, fin de nuestro recorrido.

Transporte.

A continuación les mostramos algunos horarios de tren para llegar a tiempo al lugar de inicio de la ruta así como los prefijados para la vuelta:

NOTA: Para facilitar el trabajo del Grupo de Transportes, si se va a utilizar el tren, la fecha límite para indicarlo son a las 22 horas del jueves anterior a la realización de la ruta.

Perfil de la ruta.

Ver mapa más grande | Track GPS | Ficha AcB

Recordatorios, anotaciones y enlaces.

Para aquellos que son puristas de la bici de carretera, existe una variante totalmente por asfalto, con 5 kilómetros menos, pero en la que se perderán la mayoría de los paisajes, así que recomendado la bicicleta de montaña.

Con respecto al transporte, en Veriña apenas hay 1 minuto para hacer el transbordo así que el más rápido que suba a la estación de FEVE para avisar al revisor. Otro tren pasa a las 10.40h. Al volver de Candás en tren, acuérdense en Veriña de validar sus tarjetas de la CTA, sino no les dejará salir en el destino.

Los que vengan o vayan en coche, la mejor opción es dejarlo en Candás. Un sitio amplo es en el parking del estadio Vicente López Carril.

La hora del descanso de media mañana o el sitio donde comer lo veremos sobre la marcha pero casi seguro que uno sea en Bañugues, ya sea en bar de la playa o en el barrio alto antes de continuar por la senda hacia Fombona-Ferreros. Para comer se puede optar por hacerlo en el propio bar-restaurante del Cabo Peñas, sus inmediaciones o, en la playa de Verdicio. Pero ¡ojo! no dejan usar las instalaciones a menos que compremos todo nuestra avituallamiento allí, así que habrá que sentarse en "el prau".