Albergue turístico de Felechosa GUÍA: Carlos Castro (tfno. 676094152) SALIDA: desde . - sábado 5 de julio de 2014, 11.30 hrs.
- domingo 6 de julio de 2014, 11.30 hrs.
LLEGADA: Albergue Felechosa DURACIÓN: fin de semana DISTANCIA: 110 km. en dos etapas de 53 y 57 (15 más quien suba San Isidro). TRANSPORTE: - AVILÉS: Coche
- GIJÓN: Coche o RENFE 09:30h + FEVE 10:30h Ablaña
- OVIEDO: Coche o RENFE 10:03h + FEVE 10:30h Ablaña
Los que se acerquen en tren tendrán que bajarse en la , fin de línea, allí estará el guía esperando para acercarnos a Felechosa, unos tres kilómetros. Descripción de la ruta.Estamos ante un trayecto de extremada belleza para nuestros sentidos que discurre por el concejo del alto Aller y los anexos leoneses de Valdelugueros y Puebla de Lillo. Esta región define completamente los puertos de San Isidro, Vegarada y Piedrafita La Mediana con unos parajes escarpados de excepcional paisaje. Serán gargantas, minas, brañas, casonas y torreones, ríos, caballos y vacas lo que acompañe a nuestra bicicleta todo el camino pero siempre vigilados por cumbres emblemáticas que sobrepasan los 2000 metros de altitud como el Pico La Cuerna, Picu Torres, Peña San Justo, Nogales, Peñasagúa, Peñaredonda, Rapaína, Tóneo o Valmartín; todos ellos definiendo valles a cada cual más bonito que el anterior. Por resumir, en dos días daremos una vuelta primero por el concejo para luego salir de Asturias al Puerto San Isidro y pasando por Puebla de Lillo (León) regresaremos a través de Puerto de Vegarada bajando por las profundas Foces del Pino y Río Aller. Bonita ruta asequible que estén de andar un poco en bici la cual no nos debe dar miedo pues la mayor dificultad, que es la subida al puerto de San Isidro, se puede realizar en taxi y por un módico precio. El primer día, sábado 5, haremos unos 50 kilómetros para conocer parte del abrupto concejo de Aller. Saliendo del Albergue turístico de Felechosa seguiremos casi todo el día los caminos que nos brindan el GR-208 río abajo, en primera instancia hasta Collanzo para desviarnos hacia Casomera, antigua capital del municipio. Dicen que este nombre viene de casa-homera porque antiguamente no había aquí más que una casa ocupada por hombres. Foces del Rio Aller Proseguimos por La Paraya, lugar en el que encontramos la central eléctrica de Viesgo, fundada en 1918, que canaliza las aguas de los arroyos de Mera y Llananzanes. Valdés Gutiérrez, entendido en el tema nos cuenta allá por los años 20 algo curioso sobre esta edificación: «En Paraya hay una casa misteriosa. Tiene grandes ventanales y está profusamente iluminada. Por un lado salen tres hilos rojos, brillantes, que van muy lejos; por el otro lado sale una tubería de hierro de un metro de diámetro que sube un kilómetro por la montaña. El agua de la montaña baja sigilosamente por esa tubería, entra cautelosamente en aquella casa encantada, y dícese por allí -yo no lo afirmo- que el agua, en virtud de no sé qué ensalmos le hacen allí dentro, sale por los alambres como llevada por los demonios, y de tal manera enfurecida ya que a 100 kilómetros de distancia todavía quema, alumbra, mueve fábricas de laminar el hierro y talleres para moler cuarzo, arrastra grandes trenes de carbón, y ¡qué sé yo cuántas cosas más?!». Calzada adelante nos topamos con el salvaje espectáculo de las Foces del Río Aller, monumento natural admirable de unos 500 metros de longitud cuyas tajaduras se abren paso entre los Picos Panda y Sierru del Campanal y se elevan hasta una altura de 224 metros. Imponente desfiladero creado por la erosión kárstica de las aguas del río del mismo nombre y nacidas para sublimar la belleza, engendradas en un mano a mano entre la Naturaleza y el Creador: estáticas en el tiempo, mutantes entre la niebla, el sol y el orbayu; hurañas en noches de lobos, y mágicas a la luz de la Luna. El río Aller nace en el puerto de Vegarada y a su paso por esta angosta garganta provoca numerosas cascadas y torrenteras, formando un paisaje natural de singular belleza. El desfiladero está integrado en la ruta de senderismo PR.AS-31, Ruta allerana de las Foces del río Pino y del río Aller, por la que al día siguiente bajaremos, que une la localidad de El Pino con La Paraya. Por otra parte, causantes del aislamiento de Ruayer hasta el año 1979, en que el camino de herradura se transformó en estrecha calzada hermanada con el cauce. Peligrosa donde las hubiera según la Provisión Real del 10 de junio de 1551: «es camino francés por donde pasan muchos peregrinos e romeros para señor Santiago y san Salvador de Oviedo e no ay otro tan conveniente para ello el cual diz que es muy áspero y está mal aderezado y reparado así por las grandes crecidas e llubias que ascaecen como por que le atraviesa un río seis o siete veces de tal manera que es muy dificultoso e peligroso caminar por él tanto que se despeñan muchas bestias e peregrinos e se ahogan en el dicho río muchas gentes mayormente en tiempos de niebes». Poco después llegaremos a la localidad de Río-Aller (860 m), Ruayer en asturiano, donde daremos la vuelta por el mismo sitio. Aldea hermosa con antiguas construcciones tradicionales alrededor de callejas angostas y empinadas. Una de sus casas, perteneciente a los Lobo, está edificada en un lugar que domina gran parte del valle, sobre una torre medieval. La ermita, bajo la advocación de San Lorenzo, es de estilo asturiano: de una sola nave rectangular, con espadaña rematada por una cruz de hierro y dos vanos para las campanas, aunque, como tantas otras, sólo dispone de una. De camino a la vuelta, nos acercaremos a la localidad chimazona de Llamas, donde podremos admirar su iglesia. La Iglesia de San Juan el Real, siglo XII, es monumento Histórico Artístico desde los años 60. Presenta el románico —su estilo primitivo— como el más relevante y cuenta con un epígrafe que sitúa su construcción en el año 940. El templo fue citado en el testamento del rey asturiano Ordoño I y junto con el de San Vicente de Serrapio son los más antiguos del concejo. Se conservan toscas impostas con piñas y temas vegetales con figuras humanas. También es interesante un calvario de tradición románica y carácter muy popular, ubicado en el lado norte de la nave. La imaginaría es de distinto tamaño, de talla muy sumaria y ligeramente policromada. Texu e Iglesia de San Juan de Riomiera. Santibañez (Aller) | Castillo de Soto de Aller. Restos de la muralla y torre |
Volvemos a Collanzo, desde donde seguiremos el valle del río Aller que precede al Puerto de San Isidro. En nuestro camino tropezamos con Santibáñez de la Fuente y su iglesia con su texo centenario. La iglesia de San Juan de Riomiera (en la actualidad San Juan Bautista), en Santibáñez, fue erigida en La Corrada y por catástrofe no bien documentada se trasladó al emplazamiento actual. Benjamín Álvarez opina que Riomiera fue un poblado más antiguo que Santibáñez y que podría coincidir con la explotación comunal “La Corrada de Riomiera”. No existen datos documentales ni arqueológicos fehacientes que avalen esta hipótesis, y únicamente, cuando se mejora el trazado de la carretera local, más arriba de La Corrada, se encontró una necrópolis medieval que podría tener conexiones con esta primitiva edificación. Posiblemente la iglesia funcionará como elemento articulador del espacio y en torno a ella surja el núcleo de población de Santibáñez. A su lado hay un árbol muy conectado con los pueblos prerromanos: el tejo. De todos es sabido que en los primeros momentos de la cristianización los templos eran construidos al lado de antiguos lugares de culto, y aunque no hay datos ni arqueológicos ni documentales, podríamos aventurar la hipótesis de que esta iglesia se reconstruya sobre un posible lugar sagrado que data de tiempos muy antiguos. Enmarcada dentro del Románico Arcaizante de tipo popular es de pequeñas dimensiones, materiales pobres, una sola nave, decoración por lo general escasa, etc., y todo ello se debe a su aislamiento geográfico, que nos les permite ponerse en contacto con las grandes corrientes e innovaciones. Restaurada en 1983, encontrándose en la excavación enterramientos y restos variados, fue declarada monumento Histórico Artístico en 1971 y es Bien de Interés Cultural. Sobre su tejo, declarado Monumento Natural en 1995, cabe decir que se trata de un robusto ejemplar de edad desconocida, pero que por sus dimensiones —casi 12 metros de altura, 3 y medio de perímetro de tronco y más de 15 de diámetro de copa— podría superar los cinco siglos de antigüedad. Santuario de Nuestra Señora de Miravalles (Aller) Proseguiremos nuestro pedalear a Entrepeñas para subir hasta Pelúgano haciendo parte de la senda PR-AS.262 que nos llevaría al Peña Mea admirando de camino la ermita de San Pedro de Pelúgano y de cerca el Gueyu de Buey del Peña Mea. Pero nosotros tras llegar a dicha villa empezaremos a bajar definitivamente a Levinco atravesando de camino las canteras de El Reguerón. Aquí enlazaremos con una senda verde que sale a la derecha de la carretera de Bello hacia La Roza, llegaremos hasta la actual capital del concejo, Cabañaquinta, momento para pedalear los caminos que nos acercan a la Capilla de Miravalles. De camino pasaremos por delante de las ruinas del Castillo de Soto de Aller. Del siglo XII, conserva la mayoría de su muralla, parte de una gran torre cuadrangular y la puerta de entrada. El Santuario de Nuestra Señora de Miravalles está muy ligado al río Aller cuyo nombre se repite hasta siete veces, antes del año 1200, en los Archivos de la Catedral de Oviedo siendo le mención más antigua la de 857. Su nombre quizá le venga de su privilegiada posición ya que, además de estar en medio de una buena pradera llana —cosa difícil de encontrar en Asturias—, desde sus cercanías puede verse el valle agrícola y, fundamentalmente, minero del río Aller. La subida al santuario es una excelente ruta para andarines que, si bien es algo corta hasta él, se pueden recorrer los alrededores por unas «caleyas» (camino en asturiano) muy bien cuidadas y con unas vistas espectaculares que cambian cada poco, al ir tomando las curvas de las sendas. También para los cicloturistas de montaña tiene un gran atractivo pues, aunque la llegada al santuario es rápida, desde allí sigue ascendiendo la carretera y las sendas que se adentran monte arriba, todo ello dentro de un frondoso bosque de árboles autóctonos. Salvo la leyenda sobre los arboles que crecen en su tejado, la estructura no tiene mucho que contar. Lo que si cabe destacar es la talla dedicada a la Virgen de Miravalles, patrona de Aller. La talla de unos 80 centímetros esta realizada en piedra policromada y representa a una Virgen galactotrofusa, coronada, con manto blanco bordado en oro y amamantando al niño Jesús que da la espaldas a los fieles, en actitud muy sencilla y humana. No hay unanimidad entre los estudiosos acerca de la fecha de su creación pues mientras unos la datan en la época bizantina, hacia el siglo VI, otros afirman que puede ser del siglo XI, XII o XIII. La imagen original se conserva en el museo da la Iglesia de Soto de Aller y la que está en la ermita es una réplica exacta que hizo Mauro Álvarez Fernández en 1985 y solamente se la lleva al santuario cada 8 de septiembre con motivo de la fiesta patronal. Ya solo nos queda desandar el camino de vuelta acompañando otra vez al río Aller y río San Isidro retornando a Collanzo y Felechosa, donde terminaremos. Foces del Rio Aller | Lago de Isoba | Torreón de Puebla de Lillo |
El río Aller —al igual que el leonés Curueño— nace en el Puerto de Vegarada, en las altas cumbres de la cornisa cantábrica y da nombre a un concejo, el de Aller que tiene una superficie de 377 kilómetros cuadrados donde la minería del carbón, antaño muy floreciente, va decayendo poco a poco. En cuanto al nombre del río, el profesor allerano atribuye el mismo origen histórico a este río asturiano, al francés «río Allier» y al alemán «río Aller» a partir de la «invasión de los bárbaros». San Isidro desde el mirador de Riofrío El segundo día, domingo 6, saliendo de nuevo desde el Albergue turístico de Felechosa completaremos la ruta con unos 70 kilómetros más que nos llevarán tras subir el puerto hasta el pueblo más alto de Asturias, La Raya, y que disfrutando luego de la bajada en la parte leonesa del San Isidro por la comarca de Puebla de Lillo nos encaminaremos por pistas a la de Valdelugueros disfrutando de las ribera de río Curueño para terminar bajando por el Puerto de Vegarada, también por pista. El Puerto San Isidro (1520m) es junto al Puerto Ventana (1586m), el paso de montaña más alto de Asturias. De extremada belleza ya desde la propia Felechosa, sus muros antialudes y un sin fin de herraduras del tramo central nos transportarán desde la localidad de Cuevas —famosa por su embotelladora de aguas— a otro tiempo donde la trasumancia era constante. Pasando por idílicas brañas con cabañas, fuentes, caballos y vacas, disfrutaremos del sol en un día abierto pero será a partir de la zona de Riofrío, tras la presa y una refrescante sombra, donde la montaña deja paso a un amplio valle que nos dejará boquiabiertos ante su inigualable belleza. Desde San Isidro bajaremos el puerto en dirección a Puebla de Lillo pasando por Isoba. En este entorno se puede realizar múltiples actividades relacionadas con la naturaleza, especialmente el senderismo. Uno de los lugares más increíbles es el Lago Isoba, un lago de origen glaciar que en invierno presenta sus aguas totalmente cubiertas de nieve y hielo. Situado en la base de la Peña San Justo y a 1120 metros de altitud, dista de Puebla de Lillo unos 8 kilómetros. A sus pies hay habilitado un refugio y una choza autóctona para cobijo de los numerosos turistas que transitan desde los valles de la Reserva de caza del Mampodre a los de Picos de Europa. En los alrededores también hay una vieja palloza restaurada, la cabaña más antigua de ese tipo en la zona central de la Cordillera Cantábrica. Villaverde de La Cuerna De entre la fauna típica de la zona, además de vacas y caballos, quizás podamos disfrutar de la presencia de algún rebeco, corzo... u pasando sobre nuestras cabezas a águilas ratoneras, quebrantahuesos, etc. Al lago Isoba llegaremos por la pista asfaltada anexa al camping para pasado, el lago volver a la carretera. Pasado el lago, para los que quieran un poco más de adrenalina tras la primera herradura sale una pista algo técnica a mano derecha que les transportará por la sierra de Las Porracas a través de minas de talco abandonadas teniendo un poco de vistas de altura sobre el río Silván. De una u otra forma ambos trayectos se juntan en el polígono industrial de Entrerríos, a la entrada de Puebla de Lillo. Dominios de Vegarada desde la Peña Cabritera Puebla de Lillo se fundó en el siglo X por una carta puebla concedida por el rey. Lo de Lillo es debido a que antiguamente en esta zona había muchos campos de lirios y al concederle la carta puebla paso a ser Puebla de Lirios que con el tiempo se fue cambiando hasta llegar al actual nombre. En esta zona de León habitaban los Condes de Luna, en el Castillo de Redipollos (hoy en día inexistente). Estos condes mandan construir una torre de vigilancia cerca del río Silván; se construye, y da forma al actual torreón.. Quizás al tener una torre de vigilancia la población del lugar se fue asentando y se formó el núcleo. Así pues, el Torreón de Puebla de Lillo ha sido muchas cosas en su vida: torre de vigilancia, cárcel, ayuntamiento y, después de un incendio, casa del Parque del Valle del Porma. También podemos disfrutar de la ermita de las Nieves de Puebla de Lillo del siglo XVIII y construida por los mineros en agradecimiento a Dios o de la Iglesia de San Vicente de la Vega es del siglo XIX. Después empezaremos una subida larga pero muy suave: collado Cuerna de Valporquero. Comparte tramo con el PR.LE-28 o ruta de los Hayedos de La Cervatina, pero nosotros nos desviaremos hacia el precioso valle de Iyarga, continuando con la ruta del talco anterior, bajo la atenta mirada de Peña El Ausente y Peña Redonda que, tras dejar atrás las Minas de talco de La Respina, nos emplazará en la Majada de Valporquero. Una vez arriba toca descender hasta el valle del río Curueño pasando por lVillaverde de La Cuerna, localidad resguardada de los vientos por el Pico Espina. Tras conectar con la carretera LE-321 el firme irá mejorando su estado una vez pasados Cerulleda y Redipuertas, unos cuantos puentes de piedra, el desvío de la pista al remonte de Riopinos, el mesón del puerto... entraremos en Asturias a lo grande, tal cual lo hacían los antiguos romanos. La zona de Vegarada se ubica en la montaña central del norte de León, en el municipio de Valdelugueros. Ocupa la cabecera del río Curueño, y es límite con el Principado de Asturias, con el que comunica a través del “Puerto de Vegarada”. Existen varios estudios que propugnan que el paso natural de montaña que ofrece Vegarada fue utilizado por las legiones romanas en su avance desde el sur para la invasión de Asturias (Guerras Cántabras), aunque otros sugieren que fue o por el próximo Puerto de Piedrasluengas o por el de San Glorio por donde avanzó una de las tres columnas que llevaron a cabo esta ocupación. Lo que sí es seguro es que por una zona próxima salvó el ejército de Octavio Augusto el obstáculo de la Cordillera Cantábrica. Ya solo nos queda descender la vertiente asturiana del puerto, por pista —la PR.AS-31— hasta Ruayer, con inumerables majadas, fauna y naturaleza de por medio; atravesar de nuevo las foces del río Aller para llegar a Collanzo y de ahí a Felechosa dando por terminada la jornada. Recomendamos tener especial cuidado en bajar Vegarada pues la pista no está asfaltada y existen algunos tramos bastante pronunciados o con la grava suelta que hace que nuestras ruedas derrapen. Alojamiento cena y transporte.La gestión del alojamiento se debe hacer cada uno por su cuenta. La comida del sábado será en Collanzo y la cena en Felechosa. Hay varios restaurantes. Se hará dependiendo del número de interesados. El domingo quien desee subir San Isidro en bici puede hacerlo pero existe un alquiler de taxis, llevan 5 bicis con 5 personas por 30 EUR. Por lo tanto al apuntarse indicar: quien sube en bici o en taxi y quien quiere cenar en grupo el sábado en Felechosa. Perfil de la ruta.Recordatorios, anotaciones y enlaces.Debido a que los dos días salimos desde el mismo sitio, al que le venga mejor puede apuntarse solo a la etapa del sábado o a la del domingo (indicarlo). El Puerto de Vegarada en su vertiente asturiana es una pista sin asfaltar así que si no queréis destrozar vuestra bicicleta o tener un susto, recomendamos bicicleta de montaña y bien revisada, sobre todo frenos. |