Gracias, Gracias, gracias, ......, el primero a Pedro por ofrecernos y guiar esta preciosa ruta, nunca había estado en Caleao y me encantó, a Marián por su tiempo y cariño en la cocina para traernos galletas en cada una de sus rutas, a la cierre que como siempre es el puesto menos visto pero el más sufrido en muchas ocasiones y como siempre a todos, esa comida en el alto, compartiendo bonito,bizcocho, pulpo y langostinos con miel

, luego todos tiraos al solín.... deporte, compañerismo, paisaje y gastronomía, en fin esto no hay dinero que lo pague.
Un besazo a todos y hasta la próxima.
Pili-Pruvia