Se roban bicis en todos lados, en cada rincón del planeta donde existan. Quizás cambian las razones, algunos robarán para comer, otros para drogarse o beber, otros simplemente porque la oportunidad estaba ahí y la aprovecharon. Querámoslo o no, debemos lidiar con eso. Tampoco existen mecanismos infalibles para que no roben bicis, si alguien se empecina en hacerlo, puede sacar de cuajo un rack de bicicletas con la ayuda de un grupo de socios en el crimen y subir todo ese racimo de bicicletas a un camión, como algún caso sucedido en Copenhague. En Bogotá, por ejemplo, te aconsejan que por ninguna razón dejes la bici en cualquier lado y miran con recelo la confianza que se puede depositar en un candado U-Lock. Aquí en Asturies ConBici estamos al tanto de todos los robos, o al menos de los que nos notifican, para darles difusión. Asumimos que se roba más en nuestra "querida tierrina" que en cualquier otra, pero el robo es un “oficio” tan antiguo y globalizado como el comercio sexual. Gran parte de los robos tienen un patrón común. - La herramienta: unas cizallas, destinado a cortar cables y cadenas para amarrar bicis.
- El modo, uno o dos tipos, haciéndose los inocentes, se colocan al lado de la bici y en cosa de segundos cortan el dispositivo de seguridad y salen con la bici como si fueran sus dueños, caminando y luego de unos metros, se alejan pedaleando. Es rápido, silencioso y se puede lograr con una herramienta simple y barata, disponible en cualquier ferretería.
- Pero digamos que necesitan un socio extra, el propio dueño de la bici que les dió algo simple y fácil de cortar.
Insistimos, no existen mecanismos infalibles, pero si hay dispositivos que hacen las cosas más difíciles y complicadas a los ladrones. Ya te habíamos analizado el candado holandés o ring-lock en un artículo anterior como sistema de seguridad alternativo al cable de acero y ahora entra el U-Lock que a continuación te presentamos. |