Salidas cicloturistas (rutas)

Esta excursión de cicloturismo es lineal con inicio y fin en distinto punto, discurre por sendas verdes, carreteras locales con poco tráfico y es apta para todo tipo de bicicletas.

La ruta pasa por los concejos de Langreo y Mieres, zonas de gran actividad carbonífera en otros tiempos. En la actualidad disfrutaremos de los paisajes heredados y podremos comprobar como la vegetación disimula lo que antes fueron bocaminas, escombreras e infraestructuras mineras —resulta asombroso el poder restaurador de la naturaleza—. No obstante aún quedan restos de castilletes y se conservan algunas edificaciones de antiguas minas (oficinas, escuelas, casa de Los Felgueroso, etcétera), destacando entre todas estas construcciones la central eléctrica con su gran chimenea de ladrillo.

Saldremos de El Entrego para en el PK. 2 tomar la senda verde de Carrocera, sitio precioso entre árboles y con frescor. Lamentablemente no es muy larga y, casi al final de la misma, nos tenemos que salir a la comarcal AS-338 para subir al pueblín de La Camperona. Son unos 6 kilómetros de desnivel —lo más dificultoso de la ruta— y tal vez, el primero haya que hacerlo caminando. A medida que se avanza, la carretera va perdiendo desnivel, pero siempre en subida. Con tranquilidad, hay tiempo de sobra para recorrerlos admirando el paisaje.

Una vez que lleguemos arriba —PK. 8, donde la parada del bus— veremos que, en el lado izquierdo de la carretera por la que hemos subido hay un bar de mismo nombre que el pueblo. Este será el punto de concentración para esperar a los demás participantes de la ruta mientras picamos algo, con alguna que otra sorpresa; como una secretaria que, a lo mejor, quiere demostrarnos sus dotes.

La ruta continua por la zona de El Plano (PK. 9)—¡nunca mejor dicho!— para un poco más allá a la izquierda desviarnos por la carretera local SI-12 ya en descenso, interrumpido por un breve tramo de subida de apenas 500 metros que, aunque el asfalto está en mal estado, en parte superaremos con la inercia para luego seguir bajando hacia la parte de La Felguera. Dejaremos esta carretera local a partir de Saús para evitar un tramo en subida. En la central eléctrica abandonada (PK. 11,6) tomaremos la antigua y bonita pista de HUNOSA —hoy asfaltada—, pues a partir de aquí la carretera sube hacia Carbayín y la pista llanea y desciende, hasta llegar al área recreativa de Saús. De ese modo, se llega al mismo punto pero ¡por un lado sube y por el otro no!. Un poco más adelante junto a esta pista veremos otra chimenea, en este caso sólo hay que pedalear 100 metros.

Dicha semi-vía verde, mejor conocida como Ruta del Trole, parte desde Tuilla hasta las minas, y nos conduce a través de un frondoso bosque abrevado por el río Candín, hasta el famoso “Mechero de Saús”, perfectamente señalizado en el PK. 12,6. Se trata de un fenómeno natural aparecido tras el incendio de unos matorrales en 1978. Desde entonces, una llama arde en el interior de una pequeña gruta rocosa, en medio del castañar, sin que ningún fenómeno atmosférico logre extinguirla. La emanación del gas, que en un principio se pensó que era grisú, es constante, llegando a alcanzar en determinadas circunstancias la llama una altura superior al metro.

Seguiremos por la pista hasta dar con la AS-323 a la altura de Curuxona, (PK. 14,5), que nos llevará sin dificultades hasta un merendero de Tuilla (PK. 16), el del bar Casa Geromo, donde recomendamos parar a comer.

Proseguiremos hacia La Felguera (PK. 21) por la misma comarcal, donde el que quiera puede coger el tren de vuelta (FEVE o RENFE). Se evitarán así la última ascensión de 3 kilómetros y pico hasta La Trapa y Santirso (PK. 26,5) que, si bien son más llevaderos que los del anterior, una vez superados tener disfrutaremos de un descenso tendido hacia Mieres (PK. 33) y de ahí coger la senda del Caudal hacia la estación de Ablaña, donde se pueden tomar algún refrigerio mientras esperan del tren de regreso.

Ruta circular por carreteras con poquísimo tráfico —salvo en un tramo de la N-634—, con inicio y fin en el mismo punto y donde visitaremos "La Cuevona", único punto de acceso por carretera a la villa de Cuevas del Agua. Es una espectacular y gran gruta natural horadada por el río y aprovechada por el hombre para dar acceso al pueblo y que no deja indiferente a nadie. Existe otro tramo de gran belleza, en concreto el que va desde la iglesia de San Salvador de Mouro hasta el pueblo de Cuevas del Agua.

Saldremos de Arriondas dirección Colunga por la AS-260 para poco después incorporarnos a la AS-342 y tras pasar Collía cogeremos la AS-341, carretera que no abandonaremos hasta llegar a El Carmen. Pedalearemos así entre las sierras de Los Curones (a la izquierda) y la del Monte Mouro (a la derecha). En dicho valle tendremos que superar lo más largo y cuesto de la ruta, aproximadamente los 5 km. que hay desde la capital parraguesa al alto de Las Coronas. Después de un buen trozo de bajada, en Calabrez encontraremos la siguiente subida que de 1,6 km. es más suave que la anterior. Estamos en plena reserva natural de Cueva Rosa. La bajada siguiente hace que el desnivel posterior se haga casi sin pedalear, llegando hasta la villa de El Carmen, en el PK 13 de la ruta.

Aquí nos desviaremos por una carretera local en dirección Soto y luego hacia Arduela para afrontar la parte más bonita de la ruta entre bosques de eucaliptos y praderías que nos dejarán ver poco a poco al fondo la villa de Ribadesella. Serán unos fáciles 7 kilómetros hasta llegar a La Cuevona y el pueblo de Cuevas del Agua, salvo 600 metros que hay que subir a pie —por lo empinado de la cuesta— hasta la iglesia de San Salvador de Mouro (en ruinas). Un tramo que bien merece la pena esforzarse. De aquí hasta Arriondas todo el perfil ya es fácil de pedalear sin presentar ninguna dificultad.

Cerca de Cuevas también merece la pena visitar el palacio y/o ermita de Santa María de Xunco, al otro lado de la autovía, desde donde sin duda obtendrán las mejores vistas de la ría del Sella. Si quieren variar el itinerario por aquí, les recomendamos coger el desvío en Nocedo hacia Tezango en vez de en Gelgueres ya que el perfil jugará más a su favor en el tramo inicial. Una vez en Cuevas, cruzaremos el Sella por una pasarela peatonal que nos abocará a la nacional. De camino verán algún que otro cartel de la ruta de los molinos o PR.AS-58.1, itinerario circular por la zona para hacer a pie.

Recorreremos los 7.5 kilómetros por dicha N-634 —con amplio arcén— hasta Triongo donde, para olvidarnos del tráfico, atravesaremos otra pasarela sobre el río Sella hacia Cayarga y Fuentes entrando así de nuevo a Arriondas por el margen izquierdo de dicho río; pero antes un último repecho en el entorno de Bode.

En Cueves disponen de una alternativa para evitar la nacional: será por una pista atravesando el monte Mouro y acumulando unos 500 m. más de desnivel, por lo que solo lo recomendamos a aquellos que se consideren fuertes físicamente. Dicha pista enlaza posteriormente con el tramo oficial en Cayarga. De camino podrán divisar algún que otro molino de la ruta que decíamos antes —si los arboles se lo permiten—, la capilla de San Agustín de Tresmonte y la de San Nicolás de Sinariega.

Esta excursión de cicloturismo es lineal con inicio y fin en distinto punto. Aunque habrá algún que otro tramo de camino, está bien compactado por lo que es apta para todo tipo de bicicletas. Debido a su bajo coeficiente IBP es aconsejable para aquellos que no están de pedalear demasiado... siempre que se tomen con paciencia el tramo inicial —en ascenso— hasta pasar la Laguna de Colines.

Se sale de la estación de tren de Nava cruzando las vías hacia la parte alta hasta encontrarnos con la comarcal AS-357 que seguiremos hasta llegar a Sariego. Fuera de ruta, es recomendable aprovechar la visita a Villa Máxima —casa de indianos azul intenso—, así como a su Ayuntamiento o la Iglesia de San Bartolomé, ambos situados en la plaza donde los los sábados se celebra el mercao astur.

La dificultad más destacable está situada entre el PK 2 al 4 de dicha comarcal, en concreto la cuesta de 300 metros, cerca de la sede de la Mancomunidad de La Comarca de La Sidra y que se viene agudizando desde el mismo centro de la villa de Paraes.

Llagares —como el de sidra Orizón— y sus correspondientes pomaradas acompañan el pedalear, mostrando a la izquierda y antes del PK 5 la laguna de Colines, ya casi en el límite de los concejos naveto y saregano, donde, una vez traspasado, un bonito y frondoso bosque autóctono —nada de eucaliptos—, nos da la bienvenida. El resto hasta más allá de San Román, trascurre sin esfuerzo y predominando la bajada.

En San Román de Sariego giraremos por la SR-1 dirección Vega pedaleando por un cómodo andadero pintado en rojo, empezando ya a ver los paneles informativos del porqué de los nombres de las villas sareganas. Estamos en plena ruta de la toponimia de Sariego. Mismamente en Pedrosa o en la iglesia de Santiago El Mayor por donde pasaremos hay alguno. Luego el Palacio de los Vigil-Quiñones, que ojearemos solo por fuera. De la iglesia saregana conviene resaltar las ventanas prerrománicas, de clara influencia mozárabe... ¡Lástima que se hallen colocadas de tan mala manera! Se nota que ese no es su lugar original. Ahora... a ver si se adivina el porqué.

Moral, capital saregana hasta la tercera década del s. XIX, es un lugar habitado desde el paleolítico, como así lo demuestra, entre otros yacimiento arqueológicos, el de La Pumará, donde se ha localizado la meta de un molino. Posteriormente fue el lugar elegido para hacer una carta puebla concedida por el rey Alfonso X el Sabio, aunque finalmente denegada en 1272 por influencia de los monasterios de Valdediós y San Pelayo, muy cercanos también nuestra ruta. De su pasado persiste el palacio de los Vigil-Quiñones, y su capilla de San Roque anexa. Dice una leyenda que el diañu burlón entró en una de sus viviendas y que se dedicó a hacer tantas trastadas que sus moradores decidieron cambiar de domicilio. Cuando habían cargado todas sus cosas en el carro e iban a mitad de camino, preguntó el marido a la mujer ¿Quedaríamos el riestru en casa?. A lo que desde el carro se oyó Non vos preocupar, tráigolu yo aquí.

En cuanto al Palacio de Los Vigil-Quiñones o del Moral, responde a la tipología tan difundida en Asturias, desde finales del siglo XVI, de cuerpo flanqueado por dos torres que poseen un piso más de altura. En la actualidad tiene un uso agropecuario y un mal estado de conservación generalizado que no logran, sin embargo, ocultar su majestuosidad visto desde la lejanía de la anterior iglesia.

Ya en la parroquia de Nárzana se localiza la coqueta capilla y cueva de San Pedrín, objeto central de ésta ruta. El acceso a la cueva es sencillo: sólo hay que caminar/pedalear unos 300 metros por un estrecho camino hasta llegar a un puente de madera, que una vez superado permite ver la oquedad en la roca por la que se accede. En la cueva se celebra, a mediados de Agosto, la fiesta religiosa de Interés Turístico Regional, y se pueden admirar unas curiosas tallas policromadas en honor a dicho santo.

En este tramo se alza el pico Fario, con sus antenas, y un templo en las alturas, el de Nuestra Señora de La Concepción de Nárzana, que bien merece la pena visitar por la belleza de su pórtico y capiteles historiados con temas juglarescos.

Además, en la capital del concejo saregano, Vega, se puede alargar la sobremesa en el bar-piscina, por lo que no está de más llevar traje de baño, gorro y gafas si se recorre la ruta en temporada estival. La entrada, 2.50EUR/persona ([Sujeto a modificaciones. Abierto desde el 25 de Junio al 15 de Septiembre. 12:00 – 20:00. www.sariego.org/instalaciones-deportivas]).

Estas últimas pedaladas recorren la vía verde de La Viona, la PR-AS.277, que aprovecha la antigua caja de tren minero existente para transportar carbón entre San Martín del Rey Aurelio y Gijón, pasando por Solvay. Es una pista llana y compactada que enlaza con la PR-AS.216 o Camín de Careses, peña vigilante en todo momento hasta bien entrados en Pola de Siero. Destaca por su belleza la entrada del túnel, casi al final de la vía verde, que en estas últimas rodadas aprovecha el perfil favorable, siendo casi todo bajada. Finalmente se incorpora a la AS-331 y al camino de Santiago que nos lleva sin mayores problemas a la villa de comadres por antonomasia: Pola de Siero.

Se puede hacer un pequeño desvío en Vega de Poja para dirigirnos al Palacio de Los Argüelles y su capilla dedicada a Santa Lucía pasando luego por un área recreativa con puente romano incluido y con lo que parecen restos de un antiguo molino de agua.

Llegados a Pola de Siero, es interesante visitar la plaza de La Campa, donde se erije la escultura a la Danza Prima —danza autóctona de Asturias—, el parque Alfonso X El Sabio, donde se sitúa el Ayuntamiento y el Palacio del Marques de Santa Cruz. También conviene echarle un ojo al Mercado de Abastos.

Para regresar desde la capital polesa pueden coger el tren, o bien, continuar hasta El Berrón, que por caminos rurales nos hará pasar por la aldea de La Carrera, con su palacio y capilla de María Faes o, asombrarnos de lo “creciditos” que están perros San Bernardo que defienden una finca cercana.