Cuando usamos mucho una bici hay ocasiones que los puños del manillar van cogiendo holgura, y esto causa una sensación desagradable que hace incómodo el manejo de tu bici y te aporta un cierto grado de inseguridad cuando necesitas cierta precisión al manejo. Cuando los puños giran no debemos dejarlo porque el problema irá aumentando.

Un truco muy simple para evitar esto es: sacamos totalmente los puños (aprovechando que están flojos), ponemos laca de pelo en el manillar, y los ponemos de nuevo dejando que la laca se seque bien antes de probar de nuevo si ya no dan vueltas.

Un truco para ayudarte a sacar los puños si es que estuviesen difíciles es: inyecta con una jeringa y una aguja, agua jabonosa o alcohol entre el puño y el manillar, verás como en cuanto los consigas hacer girar, ya salen sin ningún problema.

Fuente: GRANABIKE