LA RUTA DEL DESTIERRO DEL CID CAMPEADOR. INTRODUCCION. Quien esto escribe siempre ha tenido claro que donde siempre han tenido mejor encaje las rutas cicloculturales es en el cicloturismo y no el mountain bike o el ciclismo de carretera. El autor lleva más de 20 años haciendo rutas de todo tipo y duración en bici, que no han hecho más que reafirmar dicha posición. Lógicamente mi criterio siempre ha sido abierto, la cultura no es incompatible con tomarse algo en un bar. Lo bueno del cicloturismo es su gran flexibilidad que no se da en otra modalidades de actividad ciclista más rígidas y cerradas mentalmente hablando.
Ciertamente el riesgo de prostitución de las rutas cicloculturales es bastante alto en los tiempos que corren, donde se está metido en una dinámica de consumismo y prisas del peor estilo, véase como ejemplo el Camino de Santiago (CdS) que para muchos se convierte es un simple raid de mountain bike. No entienden, ni comprenden la esencia de éstas rutas y lo que es peor, tampoco quieren aprenderlo, consecuencia y extensión NATURAL y LOGICA de nuestra sociedad consumista.
Simplemente para este tipo de gente acelerada, lo importante es rodar por caminos y poco más, decir la “machada” kilometrera de “He hecho El Camino de Santiago en X días” (lógicamente cuando menos tiempo tardan en hacerlo más “machotes” se consideran).
Bien ¿y qué? ¿han entendido el espíritu del Camino?, ¿conocen las leyes del Camino?, ¿saben de sus leyendas vivas o muertas?, ¿su historia?....etc. En fin, lo que quiero decir con esto que para vivir y sentir una ruta ciclocultural NO es, repito NO es suficiente con irla a rodar, saliendo de casa con el encefalograma plano, y pensando que ya aprenderemos sobre ello en el camino. Grave error, una ruta ciclocultural es el medio pero no es el fin en si mismo. Lo que leamos en casa es FUNDAMENTAL para imbuirnos del espíritu de cualquier ruta, pues sentiremos más viva nuestra percepción y sensaciones al hacerla, en definitiva, que saldremos ya de casa con un equipaje rico en sensaciones y con MAS ganas de hacer la ruta si cabe.
Y si a mis queridos lectores le parecen un rollo las leyendas muertas, ¿también las vivas? Porque, por ejemplo, el Camino de Santiago tiene buen número: el perro de San Juan de Ortega con el cura y sus famosas sopas de ajo, la fuente del vino y del agua (que muchos en su compulsión biker, obsesionados por las pistas ni se ven ni se enteran), El Jato en Villafranca, etc.........El Canal de Castilla, puede ser otro ejemplo desgraciado, una bellísima ruta y la gente no tiene ni puñetera idea de que es eso del canal, salvo que rueda por pistas a la vera de un canal artificial, lamentable cuando hoy con internet hay información a toneladas y completamente gratis.
Perdóneseme esta digresión sobre el tema principal que nos va a ocupar, simplemente les hago notar con esto, por donde van los tiros y como entiendo yo esto de las rutas cicloculturales. Lógicamente pueden pensar ustedes que soy un plasta o pesado, es probable, pero o transitan por esta vereda y siguen la lectura o bien se van a ver la tele-basura de baja calidad o cualquier otra actividad, que no conlleve algo tan cansado como leer. Si tienen dudas les emplazo a que sigan leyendo, total lo que se pierdan hoy en la tele la podrán ver mañana con más dosis de basura.
“A todos alcanza la honra del que en buena hora nació" (del cantar de Mío Cid, impreso en la lápida de Burgos donde está enterrado actualmente con su mujer la muy noble Doña Jimena)
Bien, si está leyendo estas líneas es que ha decido seguir en mi grata compañía, y que está dispuesto a aprender algo más sobre El Cid.
En primer lugar pretendo situar un poco el contexto del viaje, el porqué si se prefiere, en esta introducción y en sucesivas entregas que irán por días de viaje ya hablaré de la ruta en si. No obstante, recomiendo una lectura atenta a esta introducción, pues es lo más divertido, con mucho, del relato que aquí vamos a desarrollar. Tengamos en cuenta que luego las explicaciones que se dan del viaje puro y duro se limitarán, las más de las veces, a descripciones muy prácticas pero muy poco literarias, por lo que serán algo aburridas como lectura en la mayoría de los casos. Serán útiles, pero que a la hora de leer, sino se va a ir de viaje en el mismo momento, se nos torne algo pesado su lectura a pesar de mis intentos por que eso no ocurra…………………creo que el amable lector/a me comprende de sobra lo que quiero decir
Quiero ser absolutamente claro en una cosa: esto NO es una guía para realizar la ruta con exactitud, muchas de las notas que aquí el amable lector lea le serán de gran ayuda, pero no todo está escrito ni tasado, junto con algunas recomendaciones. Con esto quiero decir, que siempre faltará algo. He procurado ser lo más exacto posible, pero sin obsesionarme contando cada kilómetro, para eso ya están los mapas y la iniciativa personal de cada uno o sea que riesgos de equívocos pueden existir a quien se atreva a realizar esta ruta y por supuesto que no fíe solamente de este relato para realizar esta ruta. Como bien sabemos intenet es una buenísima fuente para ir bien pertrechados. Aún así y con todo, los imponderables van a surgir que duda cabe.
Esta curiosa historia nació en un medio tan poco cicloturístico como la tele. Estaba un día viéndola hace años y ahí estaba Charlon Heston y Sofía Loren interpretando a El Cid y a la esposa de éste, Doña Jimena respectivamente. El caso es que pensé que entre tanto héroe de celuloide y tanto efecto especial, había realmente un héroe que había existido, y no uno de esos mocosos que nos fabrica Hollywood; era REAL y era NUESTRO.
En esas reflexiones andaba, cuando poco después volvía de El Maestrazgo y sus guerras carlistas y paré un fin de semana en Madrid. Visitando el rastro me encontré con un libro curioso: “Las Rutas del Cid” de un tal Guillermo García. La foto de portada era bonita pero nada tenía que ver con EC, y la edición era algo pobre, además de que era una guía básicamente pensada para caminantes, pero aún así y todo el libro era pequeño pero a la vez interesante, por lo que contenía con unos mapas elementales y bastante información útil. Es un libro editado en el año 1988 que yo compré en el 1990 y que seguramente no sea difícil de localizar hoy sino se ha vuelto a editar.
Lo que menos me gustó del libro es que las distancias las midiera en leguas, algo completamente anacrónico para los tiempos que nos movemos. La legua era la medida utiliza en los tiempos de El Cid y en sucesivas épocas pero en pleno siglo XX eso es algo completamente absurdo. Una legua equivale a unos cinco kilómetros y medio.
Por aquella época todavía estábamos en la prehistoria de internet y el correo electrónico en España; de hecho yo no tenía nada de eso. El libro quedó enterrado en mi biblioteca durante años (¿El Nombre de la Rosa?), más que otra cosa, no tanto por desinterés, sino porque salvo este libro no encontraba NADA, no en cuanto a la vida de El Cid, sino sobre a la ruta y eso era un problema. Alguien me dijo que se había editado una guía para bici por parte de un ente de la administración pero estaba descatalogado y realmente me decían que no era excesivamente buena.
Pero volvamos a nuestro no tan misterioso caballero, y digo esto porque dejó su huella en la historia. De aquí en adelante le aplicaremos la abreviatura EC (y, no, no, no tiene nada que ver con Eric Clapton). Sin querer contar la vida de nuestro extraordinario personaje con detalles, es lógico que le dedique espacio, pues EL es el motivo principal y la excusa de ¿nuestro viaje? (pensado en que alguien más lo vaya a realizar).
Rodrígo Díaz de Vivar, más conocido por el sobrenombre de guerra que le dieron los árabes: El Cid Campeador (“El Señor que sobresale en la batalla por su valor”) nació hacia el año del señor de 1043, la fecha exacta no se sabe, en un pequeño pueblecito llamado Vivar, muy cerca de Burgos, y murió en su corte valenciana el año 1099. Año importantísimo para la cristiandad, pues en dicho año la primera cruzada tomó Jerusalén, considerada por los cristianos la segunda ciudad santa (la primera es Roma y la tercera Santiago), ya que en ella están enterrados, supuestamente, los restos de Jesucristo.
EC estuvo bajo las órdenes primero de Sancho II y más tarde de su hermano Alfonso VI al que tomó juramento en la iglesia de Santa Gadea (Burgos) de que no había tenido que tener nada que ver con el asesinato de su hermano antes de aceptar ser vasallo suyo. La tensión desde aquel momento con su rey siempre estaría presente de una manera u otra en el futuro. Si bien en la película la escena es bastante violenta puede que en la realidad el hecho hubiera sido más suave, pero no cabe duda de que un vasallo humille así un rey, no es cosa fácil de olvidar por este, y mucho menos de perdonar. Este acto le valió la “iris regia” o sea el destierro y exilio, que es de lo que trata el Cantar de Mío Cid, el rey lo volvería a desterrar una segunda vez.
En todo caso, la altura moral de EC deja muy por debajo a su mismo rey, tanto en el campo de batalla como en el trato con sus súbditos, fueran estos cristianos o musulmanes, al aplicar una tolerancia interconfesional que la mayoría de las tierras de España carecía, tanto en un bando como en otro.
Al fallecer Fernando I divide sus reino entre su prole, la lógica hubiera sido que el primogénito se hubiera llevado el reino entero, con lo que habría favorecido la unidad tan necesaria frente a la invasión del Islam, pero optó por una solución completamente ilógica, ya que queriendo dejar contentos a todos no agradó ninguno. En definitiva, la unión del reino se hará mediante la violencia y aquel que fuese más fuerte y astuto de los hermanos se quedaría con el reino. Ese fue Alfonso VI. Evidentemente frente a un enemigo como el Islam la unión de los cristianos o sea de sus reinos, era absolutamente necesaria y fue la clave de su victoria frente al invasor, que se empezó a dividirse en reinos de taifas, califatos, etc…….
Antes de todo esto, nuestro Pelayo tuvo bastante que ver con el inicio del retroceso del Islam, pero que los árboles no nos impidan ver el bosque: no era el único que luchaba contra el Islam, a pesar de esa frase asturiana tan chauvinista, antihistórica e irreal como lo de: “Asturias España y lo demás tierra reconquistada”.
Poco o nada sabríamos de sus azarosas aventuras sino es por un hecho capital, fundamental, para que hoy sepamos algo de nuestro héroe, aunque queden muchas lagunas por desentrañar, que seguramente ya jamás podrán ser resueltas.
Referencias sobre
EC había pero en el siglo XVI en el
Concejo de Vivar (donde nació) salió a la luz el único manuscrito hoy conocido mundialmente como:
“El Cantar de Mío Cid”, se puede afirmar con total seguridad que este libro es de lo más caros del planeta, pues solo existe este ejemplar, actualmente en la Biblioteca Nacional de Madrid. El libro se sitúa la acción en el siglo XII, aunque la copia medieval, como he dicho pertenece al XVI.
No les quiero aburrir en demasía, pero más que nada en su mayoría de lo que trata el libro es del destierro de EC al que le condena Fernado IV y los viajes y bodas de las hijas de EC. Su estructura es la siguiente:
CANTAR PRIMERO.
A I. PREPARATIVOS PARA EL DESTIERRO
II. CAMPAÑA DEL HENARES
III. CAMPAÑA DEL JALON
IV. CAMPAÑA DEL JILOCA
CANTAR SEGUNDO.
V. INICIACION DE LA CAMPAÑA LEVANTINA
VI. CAMPAÑA DE VALENCIA
VIII. EL CID ESTABLECIDO EN VALENCIA
VIII. EL CID REIVINDICADO
B I. LOS MATRIMONIOS
CANTAR TERCERO.
II. LOS INFANTES EN VALENCIA
III. VENGANZA DE LOS INFANTES
IV. EL CID SE PROPONE OBTENER DESAGRAVIO
V. EL CID REIVINDICADO OTRA VEZ
En fin, vamos a centrarnos en el viaje que decidí realizar en el 2005,
y que repetí de nuevo en mayo del 2011, en este caso para grabar los tracks con el GPS....con muy ligeras modificaciones sobre el viaje inicial. Si el amable lector se ha fijado he dicho que el libro de Guillermo García se titula: “Las Rutas del Cid” precisamente porque hay varias. Y aunque la mayoría de la gente cree que realizar la ruta principal, “la del destierro”, realmente la que está realizando es la de “Corpes” que habla del casorío de las hijas del EC con los Infantes de Carrión.
Es justo advertir que NO es una ruta fácil, sobre todo el tramo del
Maestrazgo, que fue de lo más duro. Mucha gente antes de entrar en esta zona la evita y toma
la ruta de Corpes a partir de
Marachón que es más fácil
y sobre todo más corta y llana. Eso si, se habrá abandonado, la ruta del destierro, pero las piernas mandan, sobre todo si ustedes no están de pedalear. Más adelante ambos tramos se juntan en
Albentosa (Teruel). La ruta empieza en
Burgos, donde la traza señalítica no está mal, pasando por
Castilla-La Mancha (Soria y Guadalajara), donde la señalítica es de lo mejor para seguir en la zona de
Aragón (Zaragoza y Teruel) y terminar en la
Comunidad Valenciana (Castellón y Valencia). Seguir a nuestro “desterrado” en estas dos últimas comunidades autónomas no fue tarea fácil y el libro de
Guillermo García fue oro para no perderse desde el punto de vista físico y cidiano, espiritualmente hablando claro.
LAS PISTAS. En general son todas razonables, pero como siempre decimos, no sean ustedes
ciclotalibanes del pedal, muchos tramos
(sobre todo en la zona de Soria y Guadalajara) no hace falta hacerlos, pues las carreteras locales van desiertas y son preciosas. En otros casos seguir la pista al pie de la letra, sobre todo si el barro rojizo está mojado, significa simplemente tener que arrastrar la bici o llevarla al hombre, así de claro.
El barro rojizo ¡esa trampa mortal!
Una alta proporción de pistas se componen de barro rojizo, éste es terrible si está mojado, pues crea un efecto de cemento, esto es, a medida que avanzamos con la bici bloquea las ruedas hasta convertirlas en puro pegamento sin poder rodar ni un metro. Da igual si se lleva guardabarros o no. Este tipo de pistas solo hay que cogerlas si están SECAS, sino olvídense de ellas o caerán en una trampa de la que no saldrán. Curiosamente si tienen una simple manguera en cuestión de minutos se solucionará, pero claro ¿quién es el/la guapo/a que pilla una en medio de una pista y a mano? Sobre esto ya les contaré una anécdota curiosa que pudo tener consecuencias malas pero que al final se resolvió satisfactoriamente para mi y otra de consecuencias pésimas para un biker.
Trampillas con transporte público.
Pues alguna hubo, ya les contaré porque hacerlo todo en bici, ufffffff como que no, si se plantean esta ruta de los 15-20 días no bajen, porque sino.............pueden reventar, sobre todo si se meten en
El Maestrazgo (cuna bélica del sanguinario general carlista Cabrera). Tengan en cuenta que estamos hablando de llevar alforjas (nada de furgoneta de apoyo) y seguir la ruta del destierro bastante fielmente. Evidentemente si se cogen otras opciones puede hacerse en menos días claro.
Una curiosa conversación la primera vez que lo hice, cuando no había señalización y ninguna información.
El esquema de mis conversaciones por los sitios que pasaba era más o menos este:
- ¡Hola ¿donde va usted?!
- Voy siguiendo a cierto caballero
- ¿Hace tiempo que pasó por aquí?
- Si, bastante.
- A lo mejor le alcanza
- No lo creo, ¡me lleva bastante ventaja!
- El ¿en qué va?
- A caballo.
- No, no hemos visto a nadie así...................................
El caso es que en una zona de
Soriala conversación tornó algo distinta. Estaba a la sombra preparándome para comer, mis pintas desde luego debieron denotarle algo distinto al resto de ciclistas que pasan (estaba leyendo las notas de Guillermo García en ese momento). Tengan en cuenta que hace veintipico de anos ésta ruta no se hacía porque no existía ninguna señalización, y por tanto ver ciclistas y más de alforjas era casi inexistente.
- ¡Hola ¿donde va usted?!
- Voy siguiendo a cierto caballero
- ¿Hace tiempo que pasó por aquí?
- Si bastante.
- A lo mejor le alcanza
- No creo, ¡me lleva bastante ventaja!
- El ¿en que va?
- ¡A caballo!
- ¡Usted sigue a El Cid!
- Pues si.................
Con tan agradable interlocutor tornose una conversación a partir de ese punto de lo más interesante sobre cuestiones cidianas, que sinceramente, son de esos momentos que a uno le parecen ORO. Me invitó a su casa y ¡qué pozo de sabiduría y qué manera más grata y placentera de explicar las cosas con un buen pedazo de queso y vino tinto!!!!!
La imagen como siempre engaña, tenía pinta de hombre de campo, algo rudo, hasta casi iletrado diría, pero vean ustedes que no. El hombre que ya era mayor, rondaría los 60, se quejaba de que nadie interesaban estas cosas ya, y le chocó bastante verme por esos andurriales y ver que del tema cidiano controlaba algo. Se ve que le dolía no poder trasmitir sus conocimientos, que a nadie le interesase el tema de
E.C, se sorprendió ante mi rotunda respuesta: ¡A mí siiiii!.
Del cantar recordaba de memoria bastantes pasajes. El campo, los animales esperaban afuera, pero el gozaba contándome y yo escuchando, fue uno de esos momentos mágicos que a uno se le cruzan en la vida, ¡así que a no desaprovecharlo vamos!
Bueno en las siguientes entregas se aburrirán más, ya saben vayan por aquí o por allá y todas esas cosas tan prácticas pero tan sosas de contar las más de las veces……
(Seguirá................)
Carlos