Salida esta concurridita 10 y 9 mujeres decidimos darle al pedal a esta hermosa ruta (como ven esto es más cuestión de voluntad que de sexo; tiren los prejuicios al río).
Y bueno hubo sorpresas agradables e inesperadas para mi, vinieron Manu y Mawi,reciéntemente pathers e Inés a los que hacia un tiempo que no veía por estos lares pedaleros de pasto y prao.
Vinieron una pareja de simpas con unas bicis la mar de chillonas, pero nada, nada vinieron de fábula espantando a los coches con su chillidos zapateriles (no por diós no tiene que ver con Zapatero, pobre hombre ya tiene bastante líos). Me refería a sus frenos. Pero han hecho bien en venir con tal par de cicloburras, pues para probar es bueno no gastar mucha pasta y luego si la cosa marcha comprar la respectiva yegua (ya saben subir estatutus, je, je, je.....).
La bici que llevaba la hermana de Sandra muy urbanita, pero aún así y todo respondió. Uhm....esto da que pensar....prestarle la bici a su hermana ¿fue una venganza o un favor?, ja, ja, ja......no seamos mal pensados y votemos a favor de lo último, ¿les parece?
Y bueno hubo que caminar algún tramo corto, pero nadie armó ningún drama; sonrisas, paciencia, y buen rollito.
Y si hubo algún tramo malo, pero corto y también algún obstáculo salvable. Avisando a la mesnada no hubo mayores problemas. La gente se comportó responsablemente y el buen ambiente de camaradería brilló por todo lo alto.
También alguién nos dejó un poco antes y no terminó la ruta cogiendo el tren antes de llegar a Pravia. Comunicándolo sin problemas, aquí no se viene a demostrar nada, sino a pasarlo bien (tomen nota los dudosos de pernil tibio)
Eso sí la ruta empezó de una manera que no me gustó nada, el guía nos llevó por San Lázaro, ¡dios mío por la ruta de los leprosos! -pensé-, jo ya me veía en una leprosería dando el cayo, pero bueno fue un susto de nada.
Carlos " el manitas", el de Caborana se armó de paciencia y arregló un poco las bicigallinas esas que tanto chillaban, pero claro milagros tampoco se pueden hacer, para eso a Lourdes babys o a corporacióncicloestética.
Casi al final de la ruta cerca de Pravia, Nacho va con bici y todo al río, pero quiso la suerte que un árbol pusiese su pata, perdón rama, y lo impidiese.
Pobres sujetos arbóreos siempre expuestos a ser talados por políticos y técnicos sin escrúpulos, pues ya se sabe que los árboles tienen patas y siempre están molestando por estar en el sitio equivocado.
Pero estas cicloandanzas no están para ser contadas sino vividas, exprimidas con cada pedal, con cada visión del camino.
Leer está bien pero es mejor que salgan y por sus propios huesos sientan y respiren las asturias que en cualquier recodo del camino están dispuestas a contarles una historia o una vivencia.
Cuando ustedes quieran sacar su esqueleto y su alma de casa les esperamos para palpar el camino con nuestras/sus rocinantas.
Saludos,
Xixonman